Ya sabéis que nos gusta haceros partícipes de algunos de los casos de éxito que tenemos en Acupcan, para que así más personas puedan conocer de primera mano todo lo que la acupuntura puede ofrecerles a sus compañeros de 4 patas.
Esta vez lo hacemos de manera un poco diferente, y nos acerca el caso de primera mano Rosa, la casa de acogida y finalmente adoptante de Reglisse. Además Rosa está al cargo de la Asociación Sol Gat L’Escala, desde la cual hacen una magnífica y ardua labor rescatando y cuidando las colonias de gatos que tanto lo necesitan.
“Reglisse fue el más pequeño de la camada. El único negrito los 3 blancos y negros.
Nació en julio de 2019 en la calle y para evitar que la camada creciera y se nos perdiera, fueron recogidos.
Inmediatamente fueron a una casa de acogida, pero el estrés del cambio los afectó a todos con severas diarreas. Hasta el punto que el estado de Reglisse era muy crítico, siendo sólo piel y huesos y no pudiéndose aguantar de pie.
En el veterinario le aplicaron un tratamiento de choque: hidratación, antibiótico y recuperar fuerzas con comida hiperproteínica.
Poco a poco se rehízo, siendo la mejora de sus hermanos mucho más avanzada, aunque seguía sin aguantar bien el equilibrio… En casos de estrés (como el oír el aspirador), la cabeza se le movía de manera involuntaria y sin poder pararlo.
Como buen gato, él no se rindió e intentaba hacer vida normal, iba subiendo los peldaños de la escalera poco a poco, jugar con sus compañeros peludos… sin darse por vencido.
Sus hermanos fueron adoptados uno a uno y sólo quedaba Reglisse… una pantera delgada y con problemas de movilidad.
En ese momento, el veterinario dijo que podría ser un problema neurológico debido a la malnutrición, y que no se sabía si se recuperaría o no…
Reglisse se quedó en mi casa, ya que su primera casa de acogida se tuvo que marchar. Por entonces, también adopté a Marvel, gatito rubio ciego con unos 10 días más que Reglisse, y enseguida hicieron buenas migas, jugando y cayendo los dos juntos.
Reglisse no mejoraba, seguía caminando y cayendo, con dificultad para trepar al sofá y hacer una vida normal… por lo que decidí probar con la acupuntura.
Empezamos con 1 sesión semanal, y la mejora se vio poco a poco hasta llegar a las 5 sesiones.
Con esto Reglisse ya tenía unos 5 meses, siendo un gato muy mimoso y juguetón, pero con carácter (plantaba cara a los perros).
Actualmente su movilidad ha mejorado mucho, al caminar ya no parece un elefante (pasos pesados) y aunque aún mueve mucho el culo, es un detalle que le da un aire elegante.
Ya tiene más fuerza al trepar y si tiene que saltar ya no cae de cualquier manera, aunque si lo hace, siempre disimula… se estira todo lo largo que es y quiere que le rasques la panza.
Con 6 meses ya está capado, con buena salud y es el más mimado de casa con su colega Marvel.
Gracias a la acupuntura hace una vida normal, ha perdido los miedos y seguiremos con alguna sesión para asegurarnos de que todo sigue bien.
El tener un gato con una minusvalía no le quita el derecho a una buena vida y siempre están muy agradecidos de tener una buena familia, devolviendo su agradecimiento con miles de atenciones y mimos.
¡Gracias Anna! Nos has regalado a Reglisse y a mí un mundo de amor.”
Desde Acupcan queremos agradecer de todo corazón a Rosa su confianza en nosotros y animarla para que siga con su labor de incalculable valor en Associació Sol Gat l’Escala.
Y como una imagen vale más que mil palabras, os dejamos la historia de Reglisse: