Nuca es uno de los casos más especiales que hemos tenido, y ahora veréis por qué…
Nuca es una rottweiler de 8 años, que hace un tiempo empezó a sentirse muy cansada, apagada, poco a poco iba dejando de comer y se pasaba el día echada en su camita sin ganas de nada más.
Las pruebas veterinarias finalmente determinaron el diagnóstico de sarcoma histiocítico en el bazo, el cual, por su localización, tenía muy mal pronóstico. Una vez extirpado el bazo, el tumor parecía controlado, aunque por desgracia, mientras esperaban los resultados de la biopsia, el tumor hizo metástasis en el Hígado. Desde ese momento su diagnóstico fue una corta esperanza de vida (poco más de  dos meses), con la posibilidad de alargarla un poco con tratamiento de quimioterapia.

Es en este momento cuando la responsable de Nuca decide venir a Acupcan.

Viendo lo complicado del caso, enfocamos su terapia como paliativa, aplicando nuestro proceso terapéutico a través de la acupuntura, el cambio de dieta y los complementos alimenticios  chinos, con tal de fortalecer su Zheng Qi y restablecer el equilibrio, tonificando su Riñón y moviendo su Xue (Sangre).

 

EMPEZAMOS…

Desde la primera sesión, Nuca recuperó el hambre y parte de su vitalidad, pero tras su primera sesión de quimio sufrió de vómitos y diarreas, perdiendo el hambre y volviendo a estar apagada.
A partir de la segunda sesión de Acupuntura, Nuca ya no notó los efectos secundarios de la quimioterapia y, aparentemente, parecía estar ¡mejor que nunca! Había recuperado el apetito, la vitalidad… ¡volvía a comportarse como la perrita que era!  Según su propietaria…  ¡parecía una cachorrita de 8 años!

LA SORPRESA…

Al cabo de dos meses de haber empezado con la sesiones de Acupuntura, juntamente con el acompañamiento de complementos alimenticios  chinos y las sesiones de quimioterapia por parte de su veterinario, en su revisión mensual observaron que los tres tumores ¡¡habían desaparecido!! Sí, sí, aunque parezca imposible (de hecho, casi lo es…), ¡los tumores no estaban! Imaginaros la sorpresa de todas las partes.
A día de hoy, Nuca está bien, siempre pendiente de sus revisiones veterinarias, por si el cáncer volviera a aparecer, pero disfrutando de una calidad de vida y de un tiempo que, en un principio, ya no tenía.
P.D: Queremos destacar que éste es un caso excepcional. En casos tan graves como el de Nuca, siempre se escoge una opción terapéutica paliativa (que ayude al perro a sentirse mejor en su proceso). En este caso concreto, con la ayuda de todos los que nos implicamos, el cuerpo de Nuca tendió a restablecer su equilibrio natural, hecho que, en este caso, pudo desembocar en una situación tan increíble como ésta.