Niko fue adoptado cuando tenía un año, es un perro súper sociable con otros perros y que ha vivido un vida feliz y de calidad.

Ahora, a sus casi 13 años, Niko empezó a notar un fuerte dolor en los cuartos traseros, al cual respondía con gritos de dolor a la palpación, además de mostrar rigidez articular en la misma zona. 

Niko y su responsable llegaron a Acupcan en busca de la máxima calidad de vida para él, y ya desde la primera sesión mostró una mejoría notable.

Niko ha vuelto a ser un perro alegre y con ganas de jugar, el dolor ha disminuido y después de jugar o hacer fuertes esfuerzos, no muestra tanta fatiga o rigidez muscular y articular.

Casos como el de Niko son nuestro día a día, pudiendo acompañar a nuestros seniors, ofreciéndoles bienestar y dignidad.

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