Guestpost de Mayra Poitena de Biovet
¿Qué pasa si varios miembros de una familia tienen predisposición a padecer a cierta enfermedad? La genética como la conocíamos decía que la causa era una enfermedad hereditaria. Es decir, desde el punto de vista científico, la salud humana y consecuentemente la salud animal, estaba marcada por el ADN. Existió y existe un cierto determinismo biológico del que no podemos escapar y que esto marcaría la diferencia entre vivir sanos o enfermar. ¿Sí?
Pues en los últimos años la Epigenética, estudio sobre las modificaciones en las expresiones de los genes, ha demostrado que nuestra concepción de la herencia como solamente limitada al ADN es errónea, ya que es posible transmitir experiencias a nuestros hijos, las cuales no se inscriben en el ADN.
¿Qué es la Epigenética?
Esta nueva disciplina, además de investigar la carga genética, también considera una serie de factores ambientales, nutricionales y hábitos de vida que son capaces de hacer que los genes se expresen o que queden silenciados.
En el año 2003, el genoma humano fue mapeado y se esperaba alrededor de 140.000 pares de genes funcionales, debido la complejidad fenotípica (características físicas) de la especie. Sorprendentemente se descubrió que el ser humano tenía 23.000 pares de genes funcionales, mientras los perros tenían 21.000 (mapeados en el año de 2005) y los gatos 20.000 pares.
Para una mayor sorpresa, se ha realizado el mapeamento genético del arroz y resulta que contiene 55.000 pares de genes funcionales, más que los humanos, perros y gatos. Es decir, si nos basamos en la antigua teoría de la genética, un grano de arroz con tantos pares de genes funcionales tendría que ser físicamente mucho más complejo. Asimismo, se concluye que la expresión del gen (no la estructura que heredamos) será modificada de acuerdo con el ambiente.
Este estudio científico comprueba que el 90% de nuestra salud y la de los animales está determinada por la relación con el ambiente. Es decir, el tipo de alimentación, la cantidad y calidad de la misma, las toxinas del ambiente y las situaciones de estrés, pueden activar o inactivar genes más o menos saludables. La información Epigenética modula, por tanto, la expresión de los genes sin alterar la secuencia de ADN.
¿Qué ha cambiado?
Por todo ello, ya se puede explicar por qué la Nutrición ha ganado tanta importancia en la salud humana y animal.
Para tener una base, la Genómica Nutricional (estudia los efectos de los nutrientes sobre el genoma) tiene dos pilares de estudio y actuación:
Nutrigenómica: Estudia la relación del nutriente en la expresión del gen, o sea, cuando ingerimos un alimento, un nutracéutico o una molécula bioactiva, éste puede “apagar” o “encender” genes*.
Nutrigenética: Estudia la relación del gen con el nutriente. Por ejemplo, una dieta con exceso en Hidratos de Carbono y con tipos de carbohidratos no adecuados a una determinada especie o raza en animales de hábitos carnívoros, aumenta la insulina y en consecuencia aumenta el adipocito visceral y el animal engorda. Un ejemplo típico en las personas, son aquellas que ingieren café y no pueden dormir por la noche o estarán muy ansiosas debido a que no tienen suficiente enzima específica que lo degrada. En cambio, otras personas, con diferente genética, lo ingieren con más facilidad y sus efectos son totalmente diferentes.
Por lo tanto, una dieta específica para cada individuo, con bases de estudios en genómica nutricional tiene gran importancia para la prevención y tratamiento de enfermedades. Una alimentación que no sea adecuada a la especie, es una de las grandes causas de las enfermedades crónico degenerativas en perros y gatos.
El individuo es el que importa…
Es extremadamente importante realizar dietas y suplementación de forma individualizada, de acuerdo con las principales alteraciones inherentes al proceso de envejecimiento, la especie y características físicas del animal, bien como las patologías que el animal padece, respetando los niveles específicos de proteínas, carbohidratos, lípidos, minerales, vitaminas y nutracéuticos en patologías para cada individuo propiciando una mayor calidad de vida.
Añado que es natural pensar que la Medicina Alopática convencional está basada en estudios científicos comprobados y que la Medicina Natural se ha ido haciendo con pocas bases. Por otro lado, la Medicina Veterinaria Integrativa engloba ambas, tanto la convencional como la natural, con el objetivo de abrirse a otras herramientas de cura cuando la alopatía no llega a la solución.
Albert Einstein dijo: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes.”
(*) Un estudio científico revela: al añadir determinados vegetales en perros de la raza Scotish Terrier, que tienen predisposición genética al Cáncer de Vejiga, se reduce drásticamente la incidencia del tumor en esta raza. O sea, los nutrientes específicos existentes en estos vegetales, interfieren directamente en la expresión del gen, por lo tanto, tuvo acción nutrigenómica silenciando el gen de cáncer de vejiga en esta raza canina.
* ESTUDIO: Evaluation of the effect of dietary vegetable consumption on reducing risk of transitional cell carcinoma of the urinary bladder in Scotish Terriers. Raghavan M, Knapp DW, Bonney PL, Dawson MH, Glickman LT. J Am Vet Med Assoc 2005 July ; 227(1): 94-100
Mayra Poitena, Veterinaria responsable en Biovet