Beta es una historia de éxito en mayúsculas. Es de esos casos que no tienen ninguna solución y en los que la Acupuntura es la única posibilidad de poder salir adelante…
Beta vivía feliz en una finca con su manada de mastines, cuando un día se «fue de excursión» con su hija, con tan mala suerte que resultó atropellada. Su primer diagnóstico no fue nada alentador, ya que se había fracturado la cadera y con lesión también en columna.
Como no había ninguna solución posible encima de la mesa, y no dispuesta a rendirse a la primera de cambio, su responsable apostó por la Acupuntura.
Era un caso extremadamente difícil, hacer que Beta volviera a andar era casi un imposible, pero no podíamos dejar de intentarlo. ¿Lograríamos volver a hacer andar una mastín de más de 50 kg?
Aplicando acupuntura para reestablecer la circulación de Qi y Xue en los Meridianos dañados, tonificando sus esferas de Riñón y Bazo para trabajar huesos y musculatura, y haciendo uso de algún Meridiano Extraordinario como Du Mai o Dai Mai, fuimos consiguiendo pequeños avances con Beta.
Entonces decidimos introducir la Electroacupuntura, añadiendo así más herramientas terapéuticas al caso.
Haciendo sesiones cada 2-3 semanas, al cabo de 6 meses… Conseguimos que Beta ¡volviera a andar! Fue alucinante, emocionante, increíble…
Y es que gracias al tesón de su responsable, que nunca se rindió, Beta ha logrado volver a hacer vida normal junto a su manada. ¿Qué más se puede pedir?
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