Ona llegó a nosotros diagnosticada por un veterinario de un pinzamiento en la espalda que le producía mucho dolor, alterando su caminar y sus ganas de hacer cualquier cosa. Su propietario decidió no operarla y aplicarle Acupuntura, y a día de hoy después de 5 sesiones está estupenda, sin ningún atisbo de dolor y rectificando la postura hasta ser la normal, recuperando así la musculatura atrofiada a raíz de la lesión.